En el video que pueden observar aquí, el Secretario de Asuntos Políticos de la Nación, Adrián Pérez, nos informa que la boleta electrónica se hace incluso para terminar con el clientelismo político.
Realmente la confusión de Pérez es alarmante, lo que demuestra cierto desconocimiento del tema. El clientelismo político no consiste en robar boletas de los cuartos oscuros, ni en otros delitos electorales como el voto en cadena.
El clientelismo político es "es una institución
particularista, muy frecuente en países no desarrollados, basada en el
establecimiento de relaciones de dominación (presentadas como de intercambio)
que incluyen el intercambio de favores, bienes y/o servicios y una serie de
factores subjetivos. El fenómeno clientelar se juega en un campo dinámico e
históricamente delimitado, y sus actores portan un hábitus clientelar. Los
intereses de los actores por el campo nacen de objetivos propios y bien
diferenciados aunque paralelamente existen intereses genéricos (comunes a
todos). Las relaciones clientelares son duraderas, complejas, basadas en
entendimientos informales, ancladas e iniciadas a partir de la inserción de
algunos de ellos en el aparato público del Estado. El clientelismo se opone a
la noción de ciudadanía, por lo que su extensión provoca un deterioro de la
calidad de la democracia" (*).
Pretender que una boleta electrónica impedirá el clientelismo político es como anunciar que con la aparición del frasco de vidrio para contener medicamentos se hubiese acabado el paludismo. Una cosa (la boleta electrónica) no tiene absolutamente nada que ver con un esquema de relación entre políticos y ciudadanos, que no se da en el día de la elección, sino durante años.
Podría pensarse que Adrián Pérez no es sociologo ni antropólogo y no tiene por qué saber del tema. Si así fuera sería bueno que no lo utilice como argumento.
No obstante de lo que sí debe conocer el Secretario de Asuntos Políticos es de cuestiones electorales, entonces debería saber que el clientelismo puede desarrollarse con cualquier esquema electoral, ejemplos sobran en el mundo.
No sé si pensar que Adrián Pérez es ingenuo o chanta. O ambas cosas. Uds. saquen sus propias consecuencias.
(*) Extraido del glosario de mi libro "De políticos, punteros y clientes", Editorial Espacio, prólogo de Mario Wainfeld y epílogo de Alberto Hernández.
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