Me hizo gracia ver en el Facebook de una
persona que despotricaba contra otra acusándola de “agrandar la grieta” por
haber colgado una noticia donde se mencionaba un ilícito de un funcionario del
Gobierno de Macri. Bajando por el muro de la despotricante, advertí que
sobraban enlaces de denuncias sobre ex funcionarios kirchneristas.
Mencionar actos ilícitos de un funcionario
actual parecía un acto de ensanchamiento de la grieta, no obstante los
múltiples enlaces que hablaban de corrupciones (verdaderas o falsas) de ex
funcionarios K no parecían generar el mismo ensanchamiento.
El macrismo en particular y el gorilismo en
general son afectos a hablar de la “grieta”. Especialmente de la necesidad de
achicarla.
La idea de grieta consiste en dos grupos (los
kirchneristas vs los antikirchneristas o los peronistas vs los antiperonistas)
que conviven con una hendidura que los separa. “Cerrar la grieta” sería unir
esos dos grupos enfrentados, “abrirla” sería ampliar la distancia.
Si ambos grupos conviven con la hendidura
entre ellos se debe concluir que cualquiera de los dos grupos puede ampliar o
achicar la brecha. Pero a poco de escuchar el discurso macrista o de leer las
redes sociales de los antikirchneristas se descubre un punto contundente: la grieta es un concepto que se usa
unidireccionalmente. Los que abren, profundizan, amplían la grieta son siempre los kirchneristas/peronistas.
No encuentro que el concepto de "grieta”
se utilice para calificar a los militares que bombardearon la Plaza de
Mayo repleta de civiles en 1955, ni tampoco acusan de ampliar la hendidura al
Gral. Aramburu que mandó a fusilar civiles y militares durante la llamada
Revolución Fusiladora. Aramburu no agrandó la grieta, Perón si. Y ni hablar de
Evita con sus discursos incendiarios en contra de los oligarcas, esa negrita
resentida sí agrandó la grieta.
Cuando los anti-k insultan, agravian,
amenazan, difaman a un k no es un acto de ensanchamiento de la grieta. No. Es un acto de Justicia, o la proclamación
de una verdad. Pero no está relacionado con la hendidura que tanto les preocupa.
La otra cuestión que parece obvia, pero no
lo es, tiene que ver con el momento en que se creó la grieta. Ya sé: fue Cristina
la responsable de la creación de tamaña infamia. Antes, durante el primer
peronismo, habían sido Perón y Evita los degenerados que creaban la
grieta. A principios de siglo xx, fueron
los yrigoyenistas los que separaban a la gente bien de la chusma. Y antes que
Yrigoyen fueron los rosistas, los dorreguistas, los federales, los caudillos…
La grieta es, para los poderosos, una creación de los representantes de los
oprimidos.
Se me ocurre que separación entre grupos en
las sociedades hubo siempre. Si se lee a Lenín o a Engels dirán que no siempre,
pero que la creación del Estado fue un intento de los sectores poderosos para
atenuar las diferencias entre sectores sociales antagónicos.
En el 1850 Marx ya hablaba de clases antagónicas.
Es decir, si había grupos antagónicos
habría algo que los separaba. Una grieta.
Parece que Cristina no andaba por Alemania en
1850, ni estaba en Argentina en la época de los caudillos federales, ni
siquiera participo del primer peronismo, ese que tanto amplió la grieta. Entonces
no creo que haya sido la creadora de la maligna grieta.
Mi teoría respecto de la grieta es la
siguiente: en toda sociedad hay grupos antagónicos. Hay explotadores y
explotados; beneficiarios del sistema y perjudicados; ricos y pobres; muy ricos
y muy pobres. Hagan la división que más les guste.
Entre ambos grupos hay una “grieta”. Estuvo
siempre, está siempre, estará siempre mientras haya grupos antagónicos. Pero, y
aquí está mi tesis, no siempre se habla de ella.
La grieta es inherente a las sociedades pero hay momentos en que no se habla de ella
entonces parece que no existiera. Y en otros momentos, se la menciona
constantemente, entonces parece que se ha ensanchado.
¿Cuándo parece no existir?. Cuando el poder
económico gobierna sin discusión y sin peligros. Los medios corporativos y el
poder económico no tienen interés en mentar la división. Y los pobres, no
tienen voz como para mentarla, aunque la padecen.
Ahora, cuando los sectores más débiles de la
sociedad echan un poco de cuerpo y comienzan a poner en tímida discusión las
injusticias de que son objeto, los medios corporativos y los poderes económicos
gritan: división!!!. Grieta!!!!.
Evo Morales, Lula, Dilma, Correa, Fidel,
Néstor, Cristina, Perón, Evita, Allende… pusieron en discusión el poder
económico que controla sus sociedades. Fueron agentes de la des-unión, según el
discurso dominante. Pinochet, no.
La grieta entonces es un concepto vacío, que la derecha utiliza como descalificador
cuando ve afectados sus intereses, aún en lo mínimo. Vivimos en sociedades
antagónicas, donde hay ganadores y perdedores, ricos y pobres, explotadores y
explotados, no nos dejemos correr por un concepto sin contenido.
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