La Gobernadora Vidal descansa con sus hijos en Playa del Carmen, México, mientras una buena parte del territorio que gobierna se mantiene inundada. Por supuesto, el dato corre por las redes sociales y medios de menor impacto masivo, pero se mantiene alejado de las tapas de los principales matutinos.
Clarín sólo publicó un par de notas en páginas interiores, donde hace menos hincapié en la ausencia de la Gobernadora, que en las críticas y defensas que opositores y oficialistas hacen, respectivamente.
Ni la ausencia en momentos de crisis por inundación, ni el hecho de que la Gobernadora de una provincia que tiene 1200 kilómetros de costa hacia el Océano Atlántico, y cuya temporada veraniega ha sido la peor en varios años. El ejemplo de la Gobernadora, descansando en el exterior mientras difunde un spot que publicita las bondades de la costa bonaerense, tampoco fue cuestionado por los medios corporativos.
Tal vez esa sea la clave para comprender por qué la Gobernadora Vidal mantiene tan altos índices de opinión positiva en los sondeos de opinión. Es unánime la alta valoración que recoge en todas encuestas que le marcan entre un 60 y un 70 % de opiniones positivas.
Vidal no ha logrado aún ningún hecho relevante durante su gobierno. La seguridad se mantiene al tope de las preocupaciones de los bonaerenses, los índices de desocupación se mantienen elevados, la obra pública -pese a la fenomenal toma de deuda que implicará $ 160.000 millones en dos años- no termina de arrancar, pero la Gobernadora mantiene su buena imagen.
El mantenimiento tiene dos explicaciones: una, el fenomenal cerco mediático, que la protege de cualquier difusión de noticias negativas, como lo demuestra su viaje y la comparación con la situación que vivió Daniel Scioli cuando viajó a Italia en medio de otra inundación. Si comparamos ambas coberturas salta a la vista que los medios corporativos cuidan a Vidal como lo que es: una de las alternativas de reemplazo de Mauricio Macri para 2019 (el otro es Sergio Massa).
La otra posible explicación de la buena imagen de Vidal con su gobierno inexistente es la ausencia de figuras fuertes en la oposición. No aparece una competencia provincial para la Gobernadora. Cuando se evalúan candidatos a senadores se menciona a Cristina Kirchner, a Florencio Randazzo, a Sergio Massa, a Lilita Carrió, entre otras y otros, pero ninguno de ellos aparece como una figura que intente recalar en la gobernación bonaerense, sino más bien son competidores bonaerenses pero de la interna nacional.
Un gobierno que no arranca, pero con una Gobernadora carismática, que pone cara de buena, con una potente protección mediática y la ausencia de figuras alternativas para la Gobernación, parecen que alcanza para mantenerse al tope de las encuestas y esperar a 2019 para intentar ser el recambio del Presidente Macri, que pese a la misma cobertura, ya sufre el desgaste de un gobierno neoliberal que deteriora la vida de las mayorías argentinas.
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