Abajo copiamos una nota de la Agencia Paco Urondo, publicada acá, que pone números a lo que ya sabemos por percepción de lo que pasa en la calle:
- se desplomó el consumo masivo (esto es los asalariados están gastando menos en comida!!!)
- la inflación no afloja, muy por el contrario, sube (septiembre será el peor mes desde 2002, hace 16 años atrás, volvimos a pre-kirchnerismo)
- la caída es mas fuerte en los pequeños comercios (es decir, afecta a las clases medias comerciantes): los pequeños comercios perdien el 6.1 % mientras que los grandes supermercados el 1.7 % (más concentración)
En fin... ¿qué mas decir?
Les copio la nota de la Agencia Paco Urondo:
El consumo masivo se desplomó un 3,7 por ciento en septiembre frente al mismo mes del año pasado. Es la mayor caída desde junio de 2017, advirtieron desde el supermercadismo.
Si se toman en cuenta los porcentajes de variación de las ventas de artículos de consumo masivo desde septiembre de 2015, la caída acumulada es del 8,4 por ciento. En el período enero/septiembre, el consumo masivo acumula una baja del 0,8 por ciento. Prácticamente todas las categorías de productos muestran bajas de consumo y el deterioro es mucho más fuerte en los pequeños comercios. La caída del consumo en septiembre coincide con la que posiblemente se convierta en la mayor inflación mensual desde abril de 2002, ya que las estimaciones privadas esperan un 7 por ciento (ver aparte). Mañana se conocerá el IPC oficial de septiembre.
En septiembre, los precios en el sector de consumo masivo subieron a un ritmo del 35,2 por ciento anual, mientras que la facturación lo hizo en un 30,1 por ciento. Esa diferencia implica una baja de las cantidades vendidas. Desde el comienzo del ciclo de gobierno de Cambiemos, sólo en marzo de este año se verificó una clara mejora interanual del consumo. En ese momento se habían acordado algunas paritarias importantes y todavía no se había desatado la crisis cambiaria. Para lo que resta del año y al menos la primera parte del 2019 se espera que el consumo siga en deterioro.
La baja de las cantidades vendidas en el consumo masivo fue de 3,7 por ciento en septiembre, que se puede desagregar en una merma de 2,8 en el AMBA y de 4,4 por ciento en el Interior, calculó Scentia. La reducción del consumo fue más marcada en pequeños comercios, que sufrieron una baja del 6,1 por ciento a nivel nacional, mientras que las grandes cadenas verificaron una baja de 1,7. Esa diferencia se explica porque la crisis obliga a los consumidores a reducir en primer lugar las grandes compras en los comercios de cercanía, en donde ahora se consume cantidades pequeñas para cubrir necesidades del día o de muy corto plazo. Las grandes cadenas, a su vez, perdieron algunos consumidores en manos de los mayoristas.
Se destacó la caída interanual del rubro de alimentación (-3,7 por ciento), desayuno y merienda (-5,9), perecederos y frío (-3,1), limpieza de ropa y hogar (-8,4), higiene y cosmética (-5,3) y bebidas sin alcohol (-1,2 por ciento). El único segmento que mejoró en la comparación anual fue bebidas con alcohol (11,4 por ciento), empujado por la cerveza.
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