El Jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun, aumenta su poder político dentro del Gobierno del Presidente Macri. El Presidente había dicho que "sus ojos y su inteligencia" en el gobierno eran el propio Marcos, y el dúo conformado por sus viceministros Mario Quintana, Secretario de Coordinación Interministerial, y Gustavo Lopetegui, Secretario de Coordinación de Políticas Públicas. Los tres conforman la "mesa chica" de la gestión del gobierno PRO.

Las acusaciones contra los desplazados fueron generosamente difundidas por los medios de comunicación y se centraron básicamente en "no trabajar en equipo". Curiosamente no fueron desplazados de sus cargos otros funcionarios que dejan claro con su trabajo su total ineptitud para el cargo que ocupan, como por ejemplo el Ministro de Ambiente, Sergio Bergman, que vacacionó mientras cientos de miles de hectáreas ardían en La Pampa y Buenos Aires. La ineptitud o la desidia no es castigada, pero si la falta de trabajo en equipo.

El problema es que -sin entrar a discutir las políticas públicas que el gobierno está implementando- el equipo tampoco funcionó. Las internas en economía llevaron a que Peña interviniera con su mano dura.
Si bien los medios corporativos lo describen como una persona agradable y de buenas formas, Marcos se está transformando en la mano dura del gobierno de Mauricio. Sirva de símbolo que mientras Mauricio descansaba una vez más en Villa La Angostura, Peña despidió a su Ministro de Economía, nada menos.
Cada vez más pero en voz más baja, funcionarios PRO señalan que Marcos es el equipo. Quienes no están de acuerdo con sus posturas, entran en la cuerda floja. Trabajar en equipo es "hacer lo que quiere Marcos".
Curiosa idea de lo que implica el trabajo en equipo, que remite más que nada a un trabajo conjunto donde se exponen distintas posiciones, se evalúa conjuntamente y se toman decisiones grupalmente para luego aplicar lo decidido por la mayoría. En el gobierno, la mayoría es Marcos.
Fue curioso que en una de las primeras conferencias de prensa de Macri junto a Peña al iniciarse la gestión PRO, el Jefe de Gabinete cortara en el uso de la palabra al propio Presidente de la Nación ante las cámaras trasmitiendo en vivo.
No es necesario tampoco remitirse a la pelea Peña-Monzó, en la que quedó claro que la posición del primero fue la triunfadora dejando al Presidente de la Cámara de Diputados con poco espacio político para moverse.
Las curiosidades de un trabajo en equipo que no incluye el disenso interno y de un Presidente poco dado al trabajo y a la gestión cotidiana, hacen que en este gobierno PRO, Marcos es el equipo. Y al que no le guste...
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