Las palabras no siempre dicen, a veces ocultan. Así como la mucha información, suele desinformar. El macrismo, marketinero como ninguna otra experiencia política previa, suele utilizar palabras no con el sentido que les otorga el habla cotidiana o el diccionario, sino con uno propio. Esa utilización más que decir, calla; mas que desvelar, oculta.
Por eso aquí re-escribimos el diccionario a la luz del uso de los vocablos que hace el macrismo.
SINCERAR:
La Real Academia Española dice:
Del lat. sincerāre 'purificar'.
1. tr. Justificar la inculpabilidad o culpabilidad de alguien en el dicho o hecho quese le atribuye.
2. prnl. Hablar sinceramente con alguien, especialmente contándole algo que semantenía oculto.
La utilización macrista de sincerar no está cubierta en ninguna de las dos acepciones del diccionario de la Real Academia. El uso macrista remite a la economía, más específicamente a las tarifas. Se lo utiliza como sinónimo de "aumento". Básicamente el sinceramiento pasó por el aumento de los precios que trajo como consecuencia la devaluación del inicio del mandato y, posteriormente, por los aumentos de tarifas de los servicios públicos.
Cuando un funcionario del gobierno nacional o provincial utilice el verbo "sincerar" debe escucharse "aumentar".
El uso macrista del vocablo tiene implicancias adicionales: remite a otro clásico del gobierno, "la herencia recibida". Así los sinceramientos son aumentos que el gobierno se ve obligado a realizar por culpa de acciones del gobierno anterior.
Es decir, el vocablo oculta lo que hacen al mismo tiempo que desvía la culpabilidad hacia otros, que no son quienes gobiernan y toman las decisiones.
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